La Nacionalidad Waorani del Ecuador declara emergencia territorial y exige respeto a la voluntad popular por la defensa del Yasuní
Pueblo indígena de contacto inicial demanda atención del Estado y exige acelerar acciones de justicia social y ambiental en su territorio ancestral después de más de 50 años de explotación petrolera
Puyo, Ecuador, 01 de febrero. En un acto histórico, ante la realidad social y ambiental que ha dejado la explotación petrolera en su territorio ancestral, la Nacionalidad Waorani ha declarado el Estado de Emergencia Territorial como una medida para acelerar las acciones y demandar la garantía de sus derechos fundamentales reconocidos en normativas nacionales e internacionales.
En un contexto de crisis climática global en el cual es urgente tomar acciones a favor de la protección de la biodiversidad, la NAWE emitió un fuerte pronunciamiento como resultado de la Asamblea Extraordinaria ejecutada los días 25 y 26 de este mes, en la comunidad de Yarentaro, provincia de Orellana, territorio ubicado dentro del Yasuní.
La declaratoria además, rechaza los anuncios del presidente del Ecuador, Daniel Noboa, y legisladores, sobre la intención de una moratoria a los resultados de la consulta popular para seguir explotando petróleo en el Parque Nacional Yasuní, decisión que perpetúa la vulneración de los derechos y territorios de los Pueblos Indígenas y viola la decisión soberana de los ecuatorianos de dejar bajo tierra el petróleo en este importante bioma.
“Como pueblos originarios de este territorio ancestral, no vamos a permitir que sigan vulnerando nuestros derechos. Después de tantos años de explotación, es hora de que tengamos justicia social y ambiental y hoy desde la NAWE queremos el bienestar para nuestro pueblo Waorani y eso incluye proteger uno de los territorios más diversos del planeta, el Yasuní”, Juan Bay, presidente de la Nacionalidad Waorani del Ecuador – NAWE.
En la consulta popular desarrollada en el mes de agosto del 2023, con el 58,95% de votos, los ecuatorianos decidieron dejar bajo tierra el petróleo del Yasuní, representado un hito histórico a nivel regional y global, que obliga a todos, instituciones estatales, empresas públicas y privadas, ONGs y organismos internacionales a definir acciones urgentes para actuar en un proceso post extractivista, y generar opciones sustentables que sostengan las formas de vida en este territorio megadiverso.
Sin embargo, el 23 de enero de 2024, el actual presidente de Ecuador, Daniel Noboa, quien durante su campaña política dijo estar de acuerdo con la protección del Yasuní, hoy ha planteado una posible moratoria para el cierre de las actividades extractivas en el Parque Nacional por hasta un año adicional, a pesar de que la Corte Constitucional estableciera que el plazo para detener la extracción petrolera fuera en agosto de este año. Ante esta posición, la NAWE declara que impulsará acciones legales pertinentes contra el Estado ecuatoriano en instancias nacionales e internacionales para que se respete la voluntad popular, conforme los derechos estipulados en la Constitución de nuestro país y tratados internacionales.
“Como mujer Waorani hago un llamado a todas las autoridades nacionales como internacionales, a tomar en cuenta al pueblo Waorani para todas las acciones que se implementen en nuestros territorios y para que se respete nuestros derechos colectivos. Seguiremos luchando juntos para que nuestra voz se respete y se escuche en todo el mundo” Silvana Nihua, presidente de la Organización Waorani de Pastaza – OWAP.
Son más de cinco décadas que el pueblo Waorani ha sido víctima de un contacto forzoso con el mundo occidental a causa del boom petrolero. Aunque el Estado lo presentó como una época de bonanza, este fenómeno solo ha provocado cambios violentos en este territorio y sus pueblos, como la contaminación de ríos, de suelos, propagación de enfermedades, aumento demográfico, desarrollo desigual y conflictos internos, que no solo han perdurado con el paso del tiempo, sino que se han ido agravado, según los datos recopilados en el “Plan de Vida y Gestión Territorial de la Nacionalidad Waorani”.
“En este territorio, no solo habitamos pueblos en contacto inicial, sino también nuestros hermanos Tagaeri y Taromenani, pueblos aislamiento voluntario, a los cuales el Estado no ha dado las mínimas garantías para su sobrevivencia”, mencionó German Ahua, presidente de la Organización Nacional Waorani de Orellana (ONWO).
La Nacionalidad Waorani del Ecuador considera este momento crucial y no está dispuesta a retroceder. Como guerreros históricos y dueños de una parte importante del Yasuní y de un territorio históricamente explotado, no permitirán que los gobiernos de turno continúen vulnerando sus derechos.
Por su parte Cahuo Boya, presidente de la Asociación de Mujeres Waorani del Ecuador- AMWAE, enfatizó en la importancia de buscar formas sustentables de desarrollo en un contexto actual de crisis climática, “como mujeres Waorani hemos liderado iniciativas basadas en nuestra sabiduría ancestral y que sobre todo respeta la madre naturaleza, y el Estado tiene la obligación de apoyar nuevas formas de desarrollo para cuidar a nuestros hijos, a nuestro planeta”.
En la defensa de su territorio, el pueblo Waorani representado por la Nacionalidad Waorani del Ecuador -NAWE ratifica la unidad de todas sus organizaciones provinciales y comunidades de base, respaldadas por su organización regional. “Como organización regional, respaldamos y nos unimos a las resoluciones de la NAWE, nuestro mandato es la lucha colectiva y la defensa del territorio de los pueblos indígenas en la Amazonía ecuatoriana”. José Esach, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonia Ecuatoriana – CONFENIAE.
Sobre la NAWE:
La Nacionalidad Waorani del Ecuador “NAWE”, es una organización indígena reconocida por el Estado ecuatoriano mediante el Acuerdo Ministerial CODENPE N° 407 – 8 de febrero 2007, P.R.O E.E N° 7, 1 sep. 2009. Representa a 87 comunidades (4.500 habitantes) de las provincias amazónicas de Pastaza, Orellana y Napo en un territorio ancestral de 678.220 hectáreas legalmente reconocidas por el Estado (en parte del área se encuentra el Parque Nacional Yasuní creado en 1979) y 1.321.780 en proceso de reconocimiento, siendo el área total 2.000.000 de hectáreas. Desde el “boom” petrolero en la década de 1970 del siglo pasado, han causado grandes conflictos territoriales, sociales, políticos y económicos. Según el Plan de Vida y Gestión Territorial de la Nacionalidad Waorani (2012), marcan índices de pobreza que alcanzarían el 86,6% y extrema pobreza con un porcentaje de 48,9%, por necesidades básicas insatisfechas (NBI), que superan en creces la media nacional. A su vez los servicios de salud y educación son escasos registrándose un alto porcentaje de hombres y mujeres que mueren de cáncer, producto de la contaminación causada por la actividad petrolera en sus territorios.
El bloque 43, también llamado Ishpingo, Tambococha y Tiputini – ITT (162.000 hectáreas, de las cuales 78.000 están dentro del Parque Nacional), era el único que permanecía intacto y por eso se convirtió en el objetivo de preservación. Dentro de este Parque Nacional, el Estado ecuatoriano estableció en 1999 una zona intangible (aproximadamente el 74% de su extensión) para mantenerla alejada a perpetuidad de la explotación petrolera. El bloque petrolero ITT colinda con una parte de la zona intangible, donde viven pueblos en aislamiento voluntario (Tagaeri y Taromenani), emparentados con los Waorani, una de las 14 nacionalidades indígenas del país. Tanto la Nacionalidad Waorani, Tagaeri y Taromenani, son considerados Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial-PIACI. Nos es difícil imaginar la amenaza que constituye la explotación petrolera en el territorio de los PIACIs para su ecosistema y su cultura.
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